Un barrio de la ciudad de Pasto, capital de Nariño, que al entrar a sus calles o escenarios deportivos, parecía ser tranquilo, pero los delincuentes te están vigilando.
Vecinos de la zona denunciaron que desde la pandemia, el sector de El Progreso de la Comuna Cinco, en el suroriente de esta capital, la inseguridad se fue apoderando poco a poco, que en la actualidad es difícil transitar por esas vías.
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Vecinos que son testigos de los atracos que se cometen a cualquier hora del día, pidieron reservar sus identidades por seguridad y, explicaron a www.abranoticias.com que el problema ha sido la llegada de personas de nacionalidad venezolana, ellos están organizados en pequeños grupos y recorren la vías del sector haciendo cualquier daño.
Una de las personas dijo con algo de humor, «aquí las cosas no te las roban, solo cambian de dueño y en segundos o minutos a las buenas o a las malas». Refiriéndose que los atracos son a mano armada o cuando te descuidas.
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Recorrimos algunas calles, y el ambiente es bastante pesado, porque existe toda clase de problemas como invasión de andenes con cantidad de desechos o de bultos que cargan y descargan en las bodegas de las chatarrerías.
Dicen los residentes que vivir en El Progreso es un infierno en el día y en la noche porque a toda hora se escucha insultos, voces de auxilio, gritan, corren, ellos se quedan es observando lo que ocurre porque nada pueden hacer.
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«Si eres desconocido, los delincuentes te siguen, te vigilan y de repente estás atrapado o emboscado y nadie se mete a defender, porque también temen a ser víctimas de cualquier lesión», afirman.
Mientras recorríamos algunas calles y parques, nos contaban del porqué de la existencia de los zapatos enredados en las redes eléctricas. Según los denunciantes, esos zapatos son señales de los sitios en donde expenden todo tipo de droga. Es decir la existencia de las llamadas ‘0llas’.
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«Antes de la pandemia vivíamos tranquilos, no era tan inseguro como lo es hoy, se podía caminar solo, podías ir a la tienda o hasta el mercado El Potrerillo, hoy eso no lo puedes hacer solo, sino que debes salir acompañado, porque los delincuentes te están vigilando de cualquier esquina», indicaron.
Por las bodegas de reciclaje que existen en el barrio, hasta habitantes de calle llegan a vender materiales, y convierten los andenes y calles en un completo basurero. «Aquí nada puedes decir porque todo es problema y dicen que están trabajando. No estamos en contra del trabajo sino que haya un orden o que reubiquen esas bodegas a otros sitios porque el sector va de mal en peor y nadie colabora«.
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Lo más triste para las familias que habitan en El Progreso y que nunca pensaron que se convirtiera en un infierno su diario vivir, denunciaron que al parecer los policiales son cómplices de la existencia de las ‘ollas’, porque ellos son conocedores del problema, pero nunca hacen nada.
Aseguran los denunciantes que las patrullas del CAI Potrerillo al cual pertenecen, hacen presencia, pero nada pasa, porque hasta en las narices de ellos consumen y venden, otros en motos y bicicletas llegan a entregar la droga.
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«Esto es como la calle del cartucho cuando existía en Bogotá, porque hay unos grupos de personas que en su mayoría son venezolanos caminan como zombies y fuman marihuana en plena calle. Aquí se debe hacer una investigación a fondo, reubicar las bodegas de reciclaje, hacer respetar el espacio público y acabar con las llamadas ‘ollas’ que las autoridades conocen bien la zona, porque , además, se les ha dado a conocer en diferentes consejos de seguridad, se hacen los compromisos tanto de funcionarios de las alcaldías de turno como de la Policía y hasta la fecha no hay soluciones y el problema se aumenta», concluyeron.
