
Un hombre en Cali se compró una moto, nuevecita de paquete. Ese fin de semana pensó en ir a Buga, y mientras iba por la vía Panamericana, alcanzó a ver un retén policial a lo lejos. En ese momento recordó que todavía no había sacado la licencia, pero no quiso devolverse.
Entonces se bajó de la moto y empezó a empujarla. Cuando llegó al puesto de control, se adelantó al policía y le dijo:
🔴Buenas, mi agente. Trabajé cinco años para comprar esta moto, y le hice la promesa a mi abuela que cuando la tuviera, la iba a empujar desde Cali hasta la iglesia de Los Milagros en Buga y asistiría a la misa. Ya llevo 1 hora caminando, y nada me va a detener para caminar otras ocho más.
El agente, conmovido, lo dejó pasar. Pero cuando el hombre ya iba como a 200 metros, se le acercó una patrulla. Era el mismo agente, pero esta vez venía con tres más. Y antes de que dijeran algo, el hombre les habló:
🔴¿Algún problema, señor agente?
🔴¡Ningún problema, mi hermano! Le conté su historia a mi superior y se emocionó tanto que nos mandó a escoltarlo hasta Buga para que llegue sano y salvo.