Pasto, capital de los nariñenses, más conocida como la Ciudad Sorpresa, cada vez da de que hablar, solo que los entes de control no ven ni investigan lo que pasa en esta bella ciudad.
Hace pocas semanas he venido visitando diferentes barrios de las 12 comunas de la ciudad sorpresa, y uno se encuentra con cantidad de problemas, con dirigentes bastante luchadores por su comunidad y sectores, pero así mismo otros que ni les interesa y que no saben para que fueron elegidos como presidentes de juntas de acción comunal.
Lo triste es encontrarse con cantidad de obras inconclusas, obras sin terminar y que ponen en riesgo a su comunidad. Al alcalde saliente debería darle un poco de vergüenza hacer contrataciones con consorcios y contratistas de otras ciudades que no culminaron las obras y las dejaron tiradas.
Los descarados contratista ahora disque andan pidiendo adiciones que superan el valor de los contratos iniciales, son unos ladrones, y más aún que no dan la cara, mandan a ingenieros como delegados que según dirigentes y afectados, no saben ni en donde está parados.
Este mismo problema de los proyectos inconclusos quedaron en el municipio de Linares en donde debían pavimentar tres kilómetros solo hicieron uno, pero dejaron desbaratando todo y hoy la comunidad debe caminar por encima de las aguas negras.
Lo mismo ocurre en varios barrios de Pasto, en donde las obras las dejaron a medias y los descarados contratistas pidiendo adiciones. Ahora los nuevos funcionarios tratan de hacer acercamientos con el Estado para que les ayuden a culminar las obras.
Los llamados funcionarios y entes de control, deben es accionar o reaccionar contra estos ladrones contratistas que supuestamente ganaron las licitaciones, se dedicaron es a robarse la plata de la ciudad sorpresa.
Se ganaron las contrataciones, en algunos barrios hicieron una parte, en otros barrios no iniciaron las obras y los proyectos fueron viabilizados y aprobados los recursos.
Este problema ya es bastante complejo para los residentes y dirigentes comunales. Aquí la Contraloría General de la Nación, debe empezar a investigar a esos contratistas que no cumplieron con los proyectos, lo que dejaron en Pasto, son cantidad de elefantes blancos.
Como alcalde, no llegaría a negociar sino a buscar un equipo jurídico para que les hagan pagar a los consorcios y contratistas hasta el último peso y no volver cómplice con acuerdos o concertaciones sabiendo que se robaron los recursos de la ciudad sorpresa.
En Pasto no se sabe para qué sirven los llamados entes de control como Personería, Contraloría, entre otros, si no se han hecho sentir sin ninguna investigación que hayan puesto en cintura a sinvergüenzas contratistas, claro que funcionarios deben ser amagados con las alcaldías y por eso no actúan, mientras la comunidad sigue afectada.
Por: ABRA NOTICIAS
