Por actos violentos este municipio de la costa nariñense no abrió sus puertas
Sigue complicada la situación de orden público en municipios de la costa pacífica nariñense.
Personas que piden reservar sus nombres dieron a conocer que comerciantes, docentes y hasta las mismas instalaciones de la Alcaldía del municipio de Olaya Herrera no abrieron sus puertas.
Dan a conocer que en el municipio la situación es de extrema gravedad tras el conflicto armado que se vive en esa zona desde meses atrás.
Los residentes señalan que la cabecera municipal Bocas de Satinga, es un pueblo populoso y de mucha integración, lo cual hoy vive desolado, en silencio y vacío.
Denuncian que muchos de los habitantes permanecen encerrados en sus viviendas con temor y miedo. Además, afirman que en el río Santinga aparecen cuerpos sin vida, al parecer por los enfrentamientos que hay en la zona rural entre grupos al margen de la ley.
Los denunciantes escribieron que en esa localidad del pacífico existe confinamiento, desapariciones, homicidios, pérdidas económicas, lo cual estarían llegando a extremas situaciones que estaría afectando su alimentación. Los principales perjudicados los niños y adultos mayores.
Agregan que las mismas situaciones y hasta peores también los viven y sufren son los habitantes del municipio de La Tola, en donde debido a los constantes combates entre grupos armados han tenido que abandonar su territorio huyendo de las balas cerca de unas 200 familias.
Ante la gravedad del conflicto armado, piden al nuevo gobierno tratar de buscar una manera de proteger a los civiles que quedan en medio del fuego cruzado.
Finalmente, los afectados hacen un llamado a las autoridades del orden departamental y nacional buscar o iniciar los diálogos con los actores violentos para que las familias puedan regresar a sus lugares.
Foto: www.municipios.com.co