La otra cara de un corregimiento en Ipiales. ¿No hay corregidor?
Para muchos de los habitantes de una zona rural del municipio del Ipiales, sur de Nariño, su poblado no es como lo pintan.
Aseguran que si no es por tener el Santuario Más Bello del Mundo o la construcción del Teleférico, serían un pueblo desconocido.
Las familias en su mayoría se defienden de las ventas artesanales, ropa, juguetes, comida, fotografías, pero no tienen autoridades que hagan gestiones. «Poco a poco se reactiva la economía, en pandemia fuimos los más afectados porque nadie llegaba a visitar el Santuario. Hasta las autoridades del municipio de Ipiales nos abandonaron».
¿Nadie hace gestiones?
Afirman que hay una Junta de Acción Comunal solo de nombre y en papeles, porque no ven ningún proceso o gestión en beneficio de la comunidad.
Personas que pidieron reservar su nombre y que fueron ejemplo del deporte hablaron con ABRA NOTICIAS y señalaron que en Las Lajas no queda nada de lo que era antes, no hay representantes ni si quiera el cura de la parroquia se preocupa por la juventud y comunidad en general.
Incluso, dicen que en una oportunidad sacaron un concejal en quien tenían la esperanza de que sacara algún proyecto para el sector, nunca vieron nada del cabildante.
«Desde que demolieron las antiguas instalaciones de la Institución Educativa Mixta Las Lajas, en donde me gradué de bachiller, hoy solo queda el tierrero, nadie ha hecho nada por un proyecto. Tuve que salir de mi pueblo en donde nací y crecí por cuestiones laborales, pero hoy que regreso, ojalá nos den la oportunidad de liderar y sacar adelante al corregimiento», dijo un habitante que después de tantos años regresa a su tierra natal.
¿No hay corregidor?
Otros indicaron que desde la inhabilidad de Ángel Revelo como corregidor, la Alcaldía de Ipiales en cabeza Fernando Villota, no han nombrado a nadie, es decir no hay autoridad, solo una Subestación de Policía que recibe cualquier queja.
¿Les mintieron?
Algunas artesanas que para sacar sus productos a vender, afirman que el párroco cuando llegó nombrado como capellán les anunció que les construiría unas casetas para que se sientan más cómodas, pero tampoco nada de eso ha sucedido.
«Estábamos tan ilusionados de que ya no tendríamos que madrugar o quedarnos hasta tarde para recoger nuestras cosas que vendemos. Teníamos esa esperanza de tener un sitio seguro y acabar con los plásticos que en oportunidades se han ido al suelo por los fuertes vientos. El proyecto lo pintó bonito que incluso nos íbamos a endeudar para hacer nuestros aportes», señalaron.
Para muchos, su pueblo está lleno de tantas mentiras de los políticos. «Aquí solo nos utilizan para campañas, para lo demás ya no somos necesarios, es tanto así que hasta los empleados del centro de salud trabajan hasta la 12:00, 1:00 o 2:00 de la tarde, de ahí en adelante es prohibido enfermarse».
El Parador Turístico
Hay un inmueble conocido como Parador Turístico y, según los habitantes, es de propiedad de la Gobernación de Nariño, pero desde muchos años atrás vive en el abandono y en la actualidad lo utilizan como escondite para fumar droga y consumir licor.
Si es verdad que el bien inmueble es de la Gobernación sería bueno que lo entreguen en comodato a la dirigencia y presenten proyectos que beneficien a los jóvenes construyendo escenarios deportivos.
«Gracias a Dios por lo menos ahora se va reactivando la economía con la llegada de algunos turistas que vienen del norte de Colombia y otros de Ecuador que lo hacen cruzando los pazos ilegales porque la frontera sigue cerrada y pese a las recientes manifestaciones parece no tener eco», explican.
«Nos vamos a las veredas a jugar»
Otros dicen que tienen envidia de los dirigentes de las veredas La Cofradía, La Tola o Saguarán que se preocupan por la juventud porque han logrado adecuar escenarios deportivos.
«Agradecemos a esos líderes que nos invitan a disfrutar del deporte los fines de semana, porque en Las Lajas después de las 6:00 o 7:00 de la noche se transforma en un pueblo fantasma», expresaron.
Finalmente señalan que sería bueno que jóvenes tomen las riendas del corregimiento y empiecen hacer las gestiones, porque no se justifica que teniendo un escenario deportivo en donde se organizaba grandes campeonatos, hoy el párroco les apague las luces afirmando que les hacen ruido, parece que desconoce que la cancha es conseguida por la comunidad.
